PRIMER SEMESTRE 2025 NÚMERO 39 |
ISSN: 1659-2069 |
La victoria de Trump y sus consecuencias para su
política exterior latinoamericana
Constantino Urcuyo Fournier*
https://doi.org/10.35242/RDE_2025_39_2
Nota del Consejo Editorial
Recepción: 21 de noviembre de 2024.
Revisión, corrección y aprobación: 13 de enero de 2025.
Resumen: Inicia con un análisis de las
razones que le dieron el triunfo al candidato presidencial Donald Trump, y
continúa con las consecuencias de ese gane para las relaciones exteriores y la
política económica en la región latinoamericana.
Palabras clave: Política exterior / Relaciones internacionales /
Elecciones / Estados Unidos / Costa Rica.
Abstract: The article begins with an analysis of the reasons that gave the victory to presidential candidate Donald Trump. It then continues with the consequences of that win for foreign relations and economic policy in the Latin American region.
Key Words: Foreign policy / International relations / Elections / United States / Costa Rica.
1. Introducción
Las consecuencias de un segundo
mandato de Donald Trump para la política exterior de los Estados Unidos hacia
América Latina deben ser explicadas a partir del análisis de factores
estructurales que condicionaron el resultado de estas elecciones, así como de
la configuración de la victoria electoral que lleva a la concentración de poder
en el nuevo presidente. Estudiadas estas dimensiones, es conveniente establecer
las líneas generales que podrían tener estas políticas para las diversas
subregiones latinoamericanas y particularmente hacia nuestro país.
2. Los factores de fondo
La victoria electoral que propicia
el triunfo de Trump en ambas cámaras del congreso, el poder ejecutivo, el voto
popular y los electores en los estados bisagra también se extiende a progresos
sensibles en nichos de electores étnicos donde los demócratas gozaban de
mayoría, así como a nuevos espacios geográficos.
El triunfo tiene diversos orígenes
que se articulan entre sí. Cambios demográficos, inseguridad económica,
activismo intenso en redes sociales (Musk), rivalidad y competencia con China,
pérdida de credibilidad de las élites burocráticas e intelectuales,
fundamentalismo religioso, reacción misógina contra el ascenso de las mujeres,
búsqueda de protección frente de las preocupaciones por la inseguridad y la
ideología woke[1] de las
elites liberales.
a) Los cambios demográficos
Los Estados Unidos de América (EUA) se
están transformando en una sociedad multiétnica; la mayoría blanca dominante
(WASP)[2] pronto
será la minoría más grande entre otras minorías, esto hace que los blancos
desarrollen miedo y vértigo ante la perspectiva de la pérdida de su
preponderancia social y cultural, y que perciban su identidad en peligro.
En este terreno echa raíces la
retórica trumpista de la invasión y la necesidad de la defensa frente a
criminales, violadores y enfermos mentales, quienes supuestamente traspasan su
frontera sur.
La teoría paranoica del reemplazo de
la población blanca nació en Europa (Camus, 2019) y se ha extendido a los EUA
en el discurso de Trump quien asustó con el argumento racista que los migrantes
envenenan la sangre norteamericana.
b) Economía
La globalización económica llevó al
desplazamiento de empresas hacia el extranjero y afectó el empleo de la clase
trabajadora en el Cinturón del Óxido[3]; estos
sectores pasaron la factura cambiando su voto hacia el partido republicano. Los
cambios tecnológicos también han contribuido a la afectación del empleo
industrial, favoreciendo el clima de inseguridad económica de los trabajadores
blancos.
La creciente desigualdad del ingreso
es otro de los factores que contribuyen a la insatisfacción de los votantes,
expresada fuertemente en el deseo de cambio (Inequality org, s. f.). De acuerdo
con el Pew Research Center, el
porcentaje de adultos que viven en la clase media pasó del 61% en 1971 al 50%
en el 2021 (Kochhar y Sechopoulos, 2022, párr. 1).
Los altos porcentajes de inflación y
los aumentos en el costo de la vida (alimentos, vivienda, salud) al inicio de
la administración Biden explican el malestar ciudadano y su desplazamiento
hacia el partido republicano en esta elección.
c) El factor Musk en redes sociales
Las redes sociales se han convertido
en competidores, con ventaja, de los medios impresos y de los noticieros
televisivos en el proceso de formación de la opinión política. De acuerdo con
el New York Times (Conger, K., Krolik, A., Nerkar, S. y Freedman, D., 2024), Musk
publicó 504 veces en X en junio, y en setiembre publicó más de mil veces al
mes. En las dos primeras semanas de octubre sus posts relacionados con la política fueron vistos 679 millones de
veces, recibieron 5,5 millones de me gusta y compartidos más de 1,6
millones de veces.
d) El ascendente enemigo chino
Los estadounidenses son muy críticos
con China y aunque existe una convergencia de demócratas y republicanos en este
tema, lo cierto es que la posición de Trump es más dura y eso le da más réditos
con una población que en un 81% tiene una visión desfavorable de ese país. La
mayoría ve a los chinos como competidores (50%) o como enemigos (42%). Las
opiniones desfavorables son más comunes en los mayores de 65 años (61%) y de
mayor nivel educativo (87%), así como en los republicanos conservadores (68%) (Huang,
Plata y Clancy, 2024).
La clase política, con pequeñas
diferencias, ve en la República Popular China un enemigo peligroso y muchos se
preparan para un conflicto en el sureste asiático (Taiwan, Mar del Sur de la
China) cuyo contexto estratégico sería el Indopacífico y la lucha por el
control del pacífico occidental, conflicto que lleva en sí la posibilidad de
una guerra más amplia que los enfrentaría a la alianza de Rusia y China. La
guerra comercial con China puede tener consecuencias negativas para el mundo y
los EUA, como lo ha señalado el economista Martin Wof (2024), la guerra de los
aranceles puede llevar a conflictos con la Reserva Federal, inflación, más
déficits fiscales y pérdida de confianza en el dólar.
e) Pérdida de credibilidad de las
élites
- Visión
pesimista sobre el futuro del país. De acuerdo con las últimas
encuestas de Ipsos Group (2024) y The Economist
(2024), entre el 68% y 66% de los ciudadanos estadounidenses consideran que el
país va en dirección equivocada, esto explica en parte el deseo de cambio
político que se expresó en las elecciones del 6 de noviembre y la desconfianza
hacia el gobierno de los demócratas.
- Guerras y
derrotas. Las retiradas de Irak y Afganistán han sido
interpretadas como derrotas del ejército más poderoso de la tierra, las élites
no entregan victorias militares al pueblo estadounidense. La retirada
desordenada de Afganistán fue un factor importante para potenciar la pérdida de
credibilidad en la administración demócrata del presidente Joe Biden, aunque el
acuerdo de retirada fuese firmado antes por Donald Trump.
-
Declinar de la hegemonía. El slogan
Make America Great Again es una
confesión de la pérdida de preponderancia internacional de la potencia
norteamericana; la nostalgia por un pasado mejor y más poderoso revela la
pérdida de un pasado ideal y sirve para buscar culpables en las elites
políticas.
-
El rumbo. La percepción del rumbo del país influenció el
resultado, entre el 68% y el 66% de los ciudadanos consideran que el país va en
dirección equivocada, esto explica en parte el deseo de cambio y la
desconfianza hacia el gobierno.
Rachir Sharma (2024) ha interpretado
el gane de Trump como un voto protesta contra el gobierno grande, las grandes
compañías y las instituciones en general.
f) Fundamentalismo religioso
Pasadas
las elecciones, Trump manifestó que su sobrevivencia al atentado contra su vida
se debió a una especie de designio divino, que Dios lo había salvado porque le
había asignado la misión de salvar a su país de los enemigos (Días, E. y Graham, R., 2024). La búsqueda de la “blanquitud” se ve
acompañada por la cristianización del país, afincada en los estados del sur, el
enojo obrero del Cinturón del Óxido
converge con el nacionalismo cristiano del Bible
Belt. En el plano nacional, el 67% de los evangélicos blancos tienen opinión
favorable sobre Donald Trump, esta corriente religiosa representa
aproximadamente un cuarto de la población y ve en la recristianización del país
una especie de guerra santa.
El
nombramiento de Mike Huckbee, exgobernador y prominente evangélico, como
embajador en Israel revela la importancia de este sector en la futura
administración.
g) Reacción contra el ascenso de mujeres
El
movimiento me-too provocó una
reacción (backlash) entre los hombres
blancos jóvenes y mayores; el techo de vidrio, lo llamó Hillary Clinton, pues
impide el ascenso femenino y estimula el machismo tóxico que impregna al
fundamentalismo religioso y político en los Estados Unidos. Esta masculinidad
blanca se expresa en la figura 1 que muestra cómo los hombres blancos (37% de
los votantes) votaron en un 60% por Trump y solo entre un 37% por la señora Harris.
Figura 1
Resultados
electorales por género y raza, elecciones presidenciales EUA 2024
Nota. Tomado de X.com, Election demographic
breakdown (Johnny, 2024). "Election
demographic breakdown https://t.co/EJ6lqGgwxb" / X
La
explosión de misoginia se expresó en la frase de Trump: “vamos a proteger a las
mujeres, aunque no quieran que las protejamos”.
Puede
observarse en la figura 2 que la preferencia del voto por Trump aumentó con la
edad; los hombres blancos y mayores no votaron por Harris, lo que revela un
sesgo de esos sectores contra la candidatura femenina.
Figura 2
Preferencia
de voto por edad, elecciones presidenciales EUA 2024
Nota. Tomado de X.com Election demographic
breakdown (Johnny, 2024). "Election
demographic breakdown https://t.co/EJ6lqGgwxb" / X
h) Las guerras culturales
Las guerras culturales son un
fenómeno que abarca una amplia variedad de temas altamente polarizantes. Estos
conflictos suelen surgir de diferencias fundamentales en valores, creencias y
visiones del mundo.
El aborto,
el control de armas, los derechos de los grupos LGBTQ+, la inmigración y la
identidad nacional, el cambio climático, religión y secularismo, la familia, la
eutanasia fueron temas que contribuyeron en diverso grado al debate durante la campaña
electoral. Harris apostó mucho al tema del aborto y las encuestas de salida de
CNN mostraron que los temas decisivos fueron la migración y la situación
económica de las familias afectadas por la inflación de los primeros años de la
administración Biden.
Figura 3
Tasa de inflación mensual de 12 meses
en Estados Unidos desde octubre de 2020 hasta octubre de 2024
Nota.
Statista Research Department (2024).
i) El hombre fuerte
Las
situaciones de cambio sociopolítico y económico profundo engendran un deseo del
hombre fuerte, del macho alfa, que proteja frente a la incertidumbre. La
derrota de Alemania en la Primera Guerra Mundial y su posterior ocupación por
las potencias triunfantes, aunada a la crisis económica de 1929 provocaron el
ascenso de un hombre fuerte que rindió culto a la raza aria y a la búsqueda de
espacio vital (Lebensraum) que llevó
a la guerra y a la delirante promesa de un estado (Reich) que duraría
mil años.
El
debilitamiento de la hegemonía mundial norteamericana como consecuencia de
guerras sin fin perdidas, del ascenso chino y de potencias medias, aunado a la
desindustrialización, las guerras culturales internas, el bloqueo polarizante
del proceso político y el deterioro de la situación económica de la clase media
sin títulos universitarios, han puesto un horizonte de duda sobre la identidad
estadounidense.
Trump fue
un candidato disciplinado que mantuvo un mensaje frente a la incertidumbre:
volveremos a ser lo que fuimos (ideal) y arreglaré lo que está mal (Trump will fix everything). Un mensaje
sencillo sin devaneos teóricos le permitió llegar a las grandes masas y hacer
el rodeo a la retórica complicada de las elites demócratas y centrarse en el
costo de la vida (alimentos), el precio de la gasolina y la vivienda (tasas),
en las cosas que los ciudadanos querían en lo inmediato.
j) Cambio o continuidad
La
pregunta clásica: ¿está usted mejor que hace cuatro años? funcionó de manera
paradójica en esta campaña. A pesar de la reducción de la inflación en los
últimos tiempos, lo cierto es que la percepción de muchos fue en sentido
contrario. A pesar de medidas tomadas por Biden en el campo de la
infraestructura, del estímulo al avance de las tecnologías de punta, Chips and Science Act, y al Inflation
Reduction Act, que contemplaba una serie de subvenciones importantes en el
terreno de la política social, lo cierto es que los efectos de estas serán
percibidos en el mediano plazo y no lo fueron en lo inmediato.
A lo
anterior debe sumarse la percepción de un Biden frágil, por sus limitaciones
físicas y el desastroso debate frente a Trump. La gente quería cambiar de
condiciones de existencia inmediatas y de timonel, triunfó el cambio sobre la
continuidad.
3. Los resultados electorales:
algunas diferencias inesperadas
a)
La elección presidencial
La
inesperada victoria de Trump en la elección presidencial logró 74 millones de
votos (50,3%) frente a 71 millones de Harris (48%). El candidato republicano
logró 9 millones más que en 2016 y la demócrata 11 millones menos que Biden en
2020.
Lo sorprendente de esta elección estriba en la caída de los votos de la
base demócrata y en el progreso de los republicanos en bastiones del partido
demócrata. La derrota en los tres estados del llamado Muro Azul (Wisconsin, Michigan y Pensilvania), así como su avance
en estados como New York (+13%) obligará a los perdedores a profundas
reflexiones sobre su relación con los votantes.
Según Edison
Research, citado por Corine Lesnes (2024),
Trump ha prevalecido en su electorado tradicional: en todas las categorías
reunidas, electores blancos (57%): hombres (55%), hombres blancos (60%), 45-64
años (54%), sin educación universitaria (56%). Kamala Harris ha ganado el
electorado femenino (53%), los jóvenes de 18-29 años (54%), los negros (85%), los
asiáticos (54%) y los hispanos (52%).
Donald Trump gana con la ayuda del voto latino. El candidato
republicano ha superado a la demócrata Kamala Harris en todos los condados con el 70% o más de población de
origen latino y ha aumentado su apoyo entre los hispanos de los siete estados clave de la votación. Trump ha alcanzado la victoria con un mayor margen que
en la elección de 2020, al reducir la ventaja demócrata sobre el voto latino (Herrerías,
A., 2024).
El voto de
las minorías ha oscilado de manera importante en esta elección. El 46% del voto
latino se inclinó por Trump, el cual subió 14 puntos con respecto a la elección
de 2020. Entre los hombres latinos, progresó 19 puntos con respecto al 2020 y
representó el 55% de sus sufragios.
Menores,
pero reveladores, fueron los votos del electorado afroamericano. Harris ganó el
77% del electorado masculino afroamericano a nivel nacional y el 91% de las
mujeres. Nada nuevo bajo el cielo electoral trumpista, aunque sí una cierta
erosión del voto latino hacia las tiendas conservadoras.
En el
momento de escribir este texto (finales de noviembre de 2024) Trump alcanzó la
mayoría en la Cámara de Representantes (203) y tenía ya el control del Senado.
Figura 4
Resultados
provisionales de las elecciones legislativas de EUA, 2024
Nota. Tomado de García (2024).
Las consecuencias
de este control no le dan un poder absoluto, como se verá a continuación.
b)
La elección del Senado
La mayoría
en el senado; sin embargo, está sujeta al procedimiento denominado filibuster el cual exige que para la
aprobación de legislación sean necesarios dos tercios de los senadores.
La
elección del líder de la mayoría ha sido otro de los grandes temas de estos
días, la partida del senador Mitch McConell, republicano de Kentucky,
conciliador y negociador, abrió una elección interna en el partido republicano
entre los partidarios de continuar el enfoque negociador del líder saliente,
proceso que concluyó en la elección del senador de South Dakota John Thune.
La mayoría
en ambas cámaras no ha impedido que Trump haya dicho que pretende que los
miembros del nuevo gabinete no sean ratificados por el Senado, como lo exige la
constitución, lo cual crearía choques políticos y constitucionales desde antes
de asumir el cargo.
c)
Cámara de representantes
Como se ha
visto antes, la mayoría republicana en los representantes no será abrumadora,
pero les permitirá presidir los comités e iniciar investigaciones sobre la
administración Biden como lo ha sugerido Donald Trump. Empero, hay que recordar
que la elección de la cámara es cada dos años y siempre es probable que los
votantes castiguen al partido de gobierno en elecciones de medio periodo, por
lo que no es posible augurar un control absoluto del congreso durante todo el
periodo presidencial de Trump.
4. Adiós Gridlock
La
concentración del poder trumpista en los tres poderes del estado, Corte Suprema
incluida, ha provocado el llamado fenómeno de unificación ideológica de las tres instituciones (Trifecta) y deja atrás la fase del
bloqueo recíproco entre poderes (Gridlock), aunque diferencias entre los
republicanos reaganianos e internacionalistas podrían quebrar el consenso
trumpista en situaciones de crisis.
5. Consecuencias para América
Latina
Existe una
fuerte probabilidad de que la política hacia América Latina esté fuertemente
influenciada por los cubanoamericanos de Florida (senador Marco Rubio designado
ya como secretario de Estado por el presidente Trump), quienes ven con malos
ojos que México esté suministrando petróleo a la Habana y su visión sobre
América Latina sigue determinada por la perspectiva de la Guerra Fría y del
anticomunismo primario frente a regímenes como Cuba, Nicaragua y Venezuela. La
división simplista entre regímenes autoritarios y democráticos es reduccionista
y evita ver las singularidades geográficas y políticas de la región.
El
profesor Javier Corrales del Amherst College, citado por Global Americans ha
resumido de manera muy clara las posibles orientaciones de la nueva política
trumpista:
Donald Trump tiene dos inclinaciones políticas dominantes que ayudan a
predecir posibles interacciones con América Latina y el Caribe. Puede ser
transaccional y puede ser dogmáticamente punitivo. Trump esperará que las
naciones realicen transacciones con Estados Unidos, pero solo en unas pocas
áreas que le importan: migración, tráfico de drogas y acuerdos comerciales que
favorezcan a sus aliados comerciales. Si las naciones están dispuestas a
realizar transacciones con él en estos ámbitos, se llevarán bien con Trump. Le
importarán menos los temas de gobernanza: calidad de las instituciones,
libertades políticas, estado de derecho, estándares laborales y ambientales,
desarrollo inclusivo, derechos de las mujeres. Y si no hay acuerdo, será punitivo.
(2024, párr. 2)[4]
Otro gran
tema de su interés son las relaciones de la región con China donde estará
fuertemente influenciado por las visiones desde el Comando Sur y de algunos
halcones del gabinete de Trump.
a)
México, Centroamérica y el
Caribe
¿Fragilidad
mexicana? El 83% de las exportaciones mexicanas van hacia los EUA, lo que expone
al país a las amenazas de campaña de Trump. Tarifas, incentivos a las compañías
norteamericanas para que vuelvan a su país, deportación masiva de inmigrantes y
designación de los carteles de la droga como grupos terroristas que amenazan la
seguridad nacional de los EUA tensarán la relación entre ambos países.
La
cuestión de los carteles vistos como amenaza a la seguridad nacional hará aún
más difícil las relaciones, y la renegociación del tratado de libre comercio en
2026 se sumará a los posibles puntos de fricción.
La amenaza
de deportaciones masivas de latinoamericanos contribuirá a disminuir el flujo
de remesas a los países del Triángulo Norte (Guatemala, El Salvador y Honduras), remesas que en algunos países representan hasta el
20% del PIB; esto producirá recesiones económicas que afectarán a las empresas
costarricenses que exportan hacia Centroamérica; recordemos que el 20% de
nuestras exportaciones se dirigen hacia nuestro vecindario cercano.
El
nombramiento de dos funcionarios duros en el tema de la inmigración anuncia el
endurecimiento práctico de esta política.
En lo
concerniente a Costa Rica, los puntos de impacto negativos podrían ser que nos
aplicaran un flat tax del 10% o el 20% a nuestras exportaciones, lo que
podría perjudicar a las empresas de zonas francas o régimen provisional, de
manera casi inmediata. Con el 46% de exportaciones costarricenses dirigidas
hacia EUA, el riesgo es grande.
Es probable,
también, que Trump ofrezca más incentivos a las compañías norteamericanas para
que regresen al territorio norteamericano, lo que disminuiría el atractivo del nearshoring y friendly shoring para estas empresas multinacionales y podría
contribuir a una reducción de la inversión extranjera en nuestro país.
Las
presiones para limitar la presencia china en Costa Rica continuarán, más allá
de la exclusión de Huawei de la tecnología de 5G, política que se repite en el
caso salvadoreño y de Honduras, aunque de manera diferente.
La
cuestión del narcotráfico llevará a que la nueva administración insista en la
necesidad de que estos países gasten más en seguridad pública y defensa.
b)
América del Sur
Las
preocupaciones estratégicas no estarán ausentes sobre el posible uso dual de
infraestructura para propósitos militares, como ha señalado la jefa del Comando
Sur, generala Laura Richardson (Stott, 2024). La intersección entre geopolítica
y geoeconomía jugará un rol fundamental en la reacción de los EUA frente a la
presencia rusa y china en la región, como lo ha señalado la misma generala en
su informe al congreso norteamericano el pasado marzo:
La RPCH
está explotando un frágil contexto de seguridad y sacando ventaja de las
necesidades regionales de inversión para ganar influencia y llevar adelante su
agenda maligna. La RPCH sabe que el poder económico es el requisito previo para
el poder militar global y es imperativo que nosotros veamos las actividades
económicas, particularmente en las Américas, como conectadas con sus deseos
político militares globales[5]. (Richardson, 2024, pág. 4)
Resulta
evidente que esta retórica del aparato militar encontrará eco en la posición de
endurecer la batalla comercial con la RPCH, sobre todo en el nuevo secretario
de defensa.
La
actividad económica china en América del Sur es muy intensa, como ejemplos cabe
señalar las exportaciones chilenas y la construcción del puerto de Chancay en
Perú. China es el principal socio comercial de Chile, ya que importa
grandes cantidades de cobre, frutas y otros productos.
El puerto de Chancay ha suscitado
las preocupaciones de los militares norteamericanos por su potencial uso
militar y porque el operador del puerto será la empresa china Cosco, esta
inversión china debe sumarse a otras más en la mina de cobre Las Bambas y la
adquisición de la empresa eléctrica peruana Ednel,
por parte de China Southern Power Grid.
Como Chile, el socio comercial más
importante de Perú es China a la que exportan cobre, hierro y alimento para
peces por un total de $23,1 billones en 2023; las exportaciones hacia los EUA
alcanzaron $9,1 billones. China es el más grande socio comercial de América del
Sur y gran inversor en minerales críticos y proyectos de energía y transportes,
esta presencia irrita la visión comercialista de Trump y creará fricciones con
los países que mantengan lazos comerciales con el gigante de la otra orilla del
Pacífico.
6. Conclusiones
El
nombramiento del senador cubanoamericano Marco Rubio como secretario de Estado
augura un enfoque de América Latina desde la perspectiva del viejo conflicto
entre los EUA y la cuba castrista; pero también un endurecimiento de la
posición de la política exterior de los EUA con respecto a la presencia China
en América Latina. Rubio se ha
distinguido por posiciones muy duras en relación con China, en general, en el
marco del antagonismo de Washington y Pekín.
La nueva
política no tendrá el sello misionero de prédica de los derechos humanos
y la democracia, tratando de iluminar el mundo con su excepcionalidad desde la
colina brillante a orillas del Potomac. La nueva política será pragmática y transaccional, alejada de
grandes visiones políticas, centrada en el interés nacional, puro y duro, de los EUA: “America First”.
Los
nombramientos en el nuevo gabinete nos dan idea de las orientaciones
futuras. El nombramiento del senador Marco Rubio como secretario de Estado,
conocido por su dura actitud con respecto a China, acompañado del congresista
Mike Waltz en el Consejo de Seguridad, quien define a China como “amenaza
existencial”, presagian relaciones tensas con Pekín. La designación del
banquero Howard Lutnik, como secretario de Comercio, defensor de las tarifas
sobre las importaciones chinas, es concordante con esta línea política.
El
batallón antiinmigrantes estará integrado por Kristi Noem, nombrada en Homeland Security, Tom Homan, proclamado
zar de la frontera y Stephen Miller en la Casa Blanca. Homan tiene el
antecedente de ser el autor de la separación de familias inmigrantes en la
administración anterior.
La
designación de Mark Gaetz como fiscal general estuvo relacionada con posibles
represalias por las investigaciones realizadas contra Trump, aunque Gaetz se ha
visto obligado a renunciar pronto ante acusaciones de conductas impropias. El
designado secretario de Defensa, Hegseth, también ha señalado su intención de
ir hasta las raíces de la “basura socialmente correcta”, otra manera de
designar el peligroso concepto de enemigo interior (Rachman, 2024).
La
transformación de la burocracia, con la creación de un departamento de
eficiencia gubernamental (Doge), el cual estará a cargo de Elon Musk y Vivek
Ramaswamy[6], mientras que Pete Hegseth tendrá como
responsabilidad purgar al Pentágono de aquellos militares que no sean leales al
presidente, los tres designados sin experiencia previa en lo público.
El
unilateralismo internacional de la nueva administración se expresa en la
designación de la congresista Stefani Stefanik como embajadora ante Naciones
Unidas, institución que ha sido criticada fuertemente por dicha embajadora.
Trump tratará de cumplir sus
promesas (Frachon, 2024), la concentración del poder se lo permite. La guerra
comercial con China se agudizará, las deportaciones iniciarán, las revanchas
también. El desmantelamiento del Deep
State empezará, el unilateralismo y el proteccionismo serán los guías.
La nueva
política no tendrá el sello misionero de prédica de derechos humanos y
democracia, pragmática y
transaccional, alejada de grandes visiones, centrada en el interés nacional, puro y duro,
America First, negociación o castigo, caso por caso.
El
nombramiento de Rubio como secretario de Estado augura un enfoque de
América Latina desde la perspectiva del viejo conflicto entre los EUA y la Cuba
marxista; pero también un endurecimiento de la posición de la política exterior
de los EUA con respecto a presencias extracontinentales en América Latina.
El endurecimiento arancelario tenderá a provocar el repliegue de la inversión de
las empresas norteamericanas sobre su territorio y pondrá en serio riesgo a los
países que han apostado ciegamente por el nearshoring
y el friendly shoring.
Tendremos
que distinguir entre zonas geográficas e intereses estratégicos
diferentes. Una cosa son México y Centroamérica con los problemas de migración,
narcotráfico y cercanía geográfica, otra América del Sur con una creciente
presencia comercial y de inversiones chinas.
Los
regímenes que se aparten de los intereses geoestratégicos de los EUA (Cuba,
Venezuela, Nicaragua) no sufrirán intervenciones inmediatas pero el
proteccionismo comercial de Trump no significará ausencia total de intervención
frente a peligros serios en su backyard
o patio trasero.
La rivalidad geopolítica y
geoeconómica con China llevará al aumento de las tensiones con esta potencia, pues la diplomacia
norteamericana se endurecerá aún más, y señalará los inconvenientes y peligros
de la “malignidad” china. El repliegue sobre la fortaleza norteamericana
impedirá la competencia en el terreno puramente económico en nuestro continente
y las tendencias a la desglobalización a nivel mundial se acentuarán.
La presencia rusa en la región será vista como una amenaza diferente al desafío
chino; la debilidad de la economía rusa no la transforma en un rival de la
talla de China, más allá del terreno nuclear, pero sobre el tablero estratégico
la presencia militar rusa en Venezuela, Cuba y Nicaragua constituirá un motivo
de denuncia permanente para el nuevo secretario de Estado.
La
participación de Brasil en el grupo de los BRICS hará surgir contradicciones
entre el multilateralismo neutralista de Lula y el unilateralismo de la
nueva administración. La participación de Lula en esta organización al lado
de China y Rusia provocará que se enciendan algunas luces de alarma a las
orillas del Potomac, contrarrestadas por las contradicciones del brasileño con
el régimen de Maduro.
Dos
escenarios posibles podrían ser la revisión o inobservancia de los tratados
de libre comercio con México y Centroamérica, de los cuales el primero es
el más probable porque esta amenaza podría blandirse para lograr concesiones de
México en otros terrenos y también en el marco de la guerra comercial con China
(autos eléctricos) fabricados por China en México y exportados a los EUA
cargados con aranceles elevadísimos. El Tratado de Libre Comercio con América
Central no corre el mismo riesgo, pues la relación comercial con estos países
es ampliamente favorable a los EUA.
La visión
de Trump sobre la política mundial es simplista y reduccionista. Los
intereses de los EUA se reducen al estado de la balanza comercial. Los enemigos
son aquellos que tienen superávit comercial con mi país y los amigos quienes
acumulan déficits comerciales con nosotros. La ausencia de una visión de largo
plazo de los grandes procesos políticos y culturales mundiales no figura en su
pensamiento.
El segundo
mandato de Trump ocurre en momentos en que el orden mundial creado a finales de
la Segunda Guerra Mundial desaparece, la historia, según el canciller alemán
Olaf Scholz, sufre un punto de inflexión; la hegemonía norteamericana se debilita,
aunque no desaparece enteramente. Las razones de este debilitamiento hay que
buscarlas en el interior de una democracia disfuncional y polarizada, no en un
enemigo externo que la derrota desde afuera, aunque este sueñe con ocupar su
lugar antes de llegar a la mitad del siglo.
Referencias
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introduction au remplacisme. Chez l’Auteur Editions.
Conger, K., Krolik, A., Nerkar, S. y Freedman, D.
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York Times. https://www.nytimes.com/2024/11/03/technology/elon-musk-x-election.html
Días, E. y Graham, R. (7 de
noviembre de 2024). Trump’s believers see a presidency with God on theirs sid [Los
creyentes de Trump ven una presidencia con Dios a su lado]. The New York Times. https://www.nytimes.com/2024/11/07/us/trump-believers-presidency-god.html
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genialidad, Donald Trump se esforzará por conseguir el máximo de lo que «vendió»
en campaña. Le Monde. https://www.lemonde.fr/idees/article/2024/11/14/persuade-de-son-propre-genie-donald-trump-s-efforcera-de-realiser-le-maximum-de-ce-qu-il-a-vendu-en-campagne_6392944_3232.html
García, F. (9 de noviembre
de 2024). Los demócratas pueden retener el Senado y los republicanos el control
de la Cámara Baja. La Vanguardia. https://www.lavanguardia.com/internacional/20221109/8599686/democratas-retener-senado-camara-baja-sigue-aire.html
Global Americans (2024). Latin America Experts React To Trump’s
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* Costarricense, politólogo y abogado, correo curcuyo@gmail.com.
Director del Centro de Investigación y Adiestramiento Político Administrativo y
profesor universitario. Tiene un DES en Derecho de la Cooperación Internacional
de la Universidad de Bordeaux y un doctorado en Sociología Política de la
Universidad de París.
[1] Término utilizado para describir una gama de ideas y
movimientos relacionados con la justicia social.
[2] White Anglo-Saxon Protestant.
[3] Se refiere a los Estados del noroeste
norteamericano que han experimentado desindustrialización.
[4] Traducción libre del autor.
[5] Traducción libre del autor.
[6] Sobre las
pretensiones de rediseñar el Estado federal, véase: https://www.ft.com/content/96b7d4f7-569d-4c16-b828-a6d48a906eae y
https://www.ft.com/content/eb305c43-03c6-4cc9-9053-f0670fac8c73