Resultados electorales municipales más recientes

Ronald Alfaro Redondo*

DOI 10.35242/RDE_2019_28_14

Nota del Consejo Editorial

Recepción: 15 de mayo de 2019.

Revisión, corrección y aprobación: 11 de junio de 2019.

Resumen: Analiza las principales tendencias de la participación de la ciudadanía en las elecciones municipales costarricenses más recientes. El aporte describe los resultados más sobresalientes de dicho fenómeno en temas como partido ganador, nivel de movilización de los votantes, composición partidaria de las instancias de representación política, el incremento de la oferta partidaria y el desempeño de las agrupaciones cantonales. Su principal misión es contextualizar lo que ha ocurrido más recientemente para comprender cómo estas tendencias se relacionan con lo acontecido en esta materia en el pasado.

Palabras clave: Participación ciudadana / Participación política / Resultados electorales / Comportamiento del voto / Representación política / Partidos políticos cantonales / Concejo municipal / Multipartidismo / Elecciones municipales.

Abstract: It analyzes the main trends of citizenry participation in the most recent Costa Rican municipal elections.  The contribution describes the most salient results of such phenomenon in topics such as winning party, level of mobilization of voters, party composition of the organizations of political representation, the increase in party offer and the performance of canton groups.  Its main mission is to contextualize what has happened recently in order to understand how these trends relate to what has happened in the past.

Key Words: Citizenry participation / Political participation / Electoral results / Suffrage behavior / Political representation / Political parties of cantons / Municipal councils / Multi-partisanship / Municipal elections.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

1.       Concejos municipales divididos y dominio del PLN en las alcaldías

En términos generales, los resultados de las elecciones municipales de 2016 profundizan la fragmentación del sistema de partidos y muestran un ligero repunte de la participación electoral, aunque este no altera la tendencia a la apatía. La baja participación continúa concentrándose en comunidades urbanas y densamente pobladas incluyendo la ciudad capital. Por el contrario, los municipios de mayor concurrencia a las urnas se localizan fuera del Área Metropolitana y se caracterizan por ser rurales y de menor presencia estatal.

La información disponible revela que la hegemonía del Partido Liberación Nacional en el ámbito municipal disminuyó en comparación con 2010. Asimismo, el partido oficialista alcanzó la misma cantidad de alcaldías que obtuvo en la contienda anterior. Sobresale en este contexto la consolidación de partidos locales como Curridabat Siglo XXI y Yunta Progresista Escazuceña que lograron prolongar su dominio en la alcaldía de sus localidades. Incluso el segundo de estos partidos obtuvo una cómoda mayoría en el concejo. El aumento de la oferta partidaria y la conformación pluripartidista de las instancias de representación municipal configuran un complejo escenario para la gobernabilidad local. Estas condiciones hacen de la negociación, la transacción, la construcción de coaliciones y la búsqueda de acuerdos necesidades apremiantes de cara a la posibilidad de materializar las iniciativas de los distintos actores.

Los dos principales resultados políticos de las elecciones municipales del 2016 fueron, por una parte, que el PLN prolongó su hegemonía en las alcaldías, aunque con un debilitamiento de su respaldo, y por otra, que no hay un claro control partidario de los concejos municipales debido a la alta volatilidad y fragmentación partidaria. De hecho, los resultados de esta elección muestran una prolongación de la composición pluripartidista y sin mayorías que ha predominado desde el 2002 (Alfaro, 2006).

Por otra parte, el análisis del desempeño de los partidos políticos revela que el partido oficialista Acción Ciudadana (PAC) obtuvo en 2016 la misma cantidad de alcaldías (6) que en 2010. El partido que más alcaldías conquistó fue el principal partido de oposición, el Partido Liberación Nacional (PLN), que alcanzó 50 en 2016, 9 menos que las 59 de 2010 incluyendo la pérdida de la alcaldía capitalina. En marcado contraste con comicios anteriores, el partido que triunfó en las últimas elecciones presidenciales no tiene bajo su control la mayor cantidad de ayuntamientos. Si bien los datos preliminares apuntan a un debilitamiento del respaldo del liberacionismo producto de su derrota en 4 de los 7 municipios cabecera de provincia, el PLN mantiene su hegemonía en las elecciones municipales desde el 2006.

El apoyo hacia el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) creció significativamente comparado con el registrado en 2010. En este sentido, el marcado carácter territorial de estas elecciones municipales les permite a las agrupaciones con maquinarias electorales y dirigencia local más experimentadas movilizar a sus electores. Finalmente, la elección de 2016 ha permitido identificar la consolidación del fenómeno de los partidos políticos municipales, los cuales han crecido en número y cantidad de representantes desde la elección de 2002. La tabla 1 reúne las alcaldías alcanzadas por cada partido político.

Tabla 1

Alcaldes según partido político 2002-2016

Partido político

2002

2006

2010

2016

Liberación Nacional

27

59

59

50

Unidad Social Cristiana

48

11

9

14

Acción Ciudadana

1

4

6

6

Movimiento Libertario

0

1

2

0

Otros partidos

5

6

5

11

Total

81

81

81

81

Nota: Elaborado con base en la información del Tribunal Supremo de Elecciones.

El predominio del PLN en las alcaldías municipales se redujo con respecto al 2010, pues ganó 50 de las 81 en disputa, lo que representa el 62% de los Gobiernos locales. Muy por debajo le siguió el PUSC con 14 alcaldías que aumentó su número de alcaldías, pues había obtenido 9 en 2010. Mientras que el PAC, el partido en el gobierno, ganó 6 alcaldías la misma cifra que cuatro años atrás. El partido Frente Amplio, la izquierda, se adueñó únicamente de la alcaldía de Barva, y el Movimiento Libertario, de derecha, no triunfó en ninguno de los municipios. Estos resultados revelan las dificultades e incapacidades de estas agrupaciones para retener a sus partidarios, armar una organización territorial y movilizar a los electores para hacerle frente a una contienda electoral de carácter local (Jones y Mainwaring, 2003).

Al analizar el período 2002-2016 hay 15 municipios en los que existe un partido hegemónico, es decir, un mismo partido ha ganado las elecciones en catorce años. De esos cantones, 11 han estado bajo el control del PLN, 3 bajo el mando del PUSC y en un caso un partido local ha controlado la alcaldía. No existe un claro patrón geográfico asociado a este fenómeno. En este sentido, se observan cantones con partidos hegemónicos en las siete provincias y una incidencia coincidente con la cantidad de cantones por provincia. Además, es posible identificar que el abstencionismo en estas circunscripciones ha sido ligeramente mayor (68,5%)[1] al promedio histórico de abstencionismo para todos los municipios (65,9%).

En 4 localidades se da la situación contraria, pues nunca ha ganado la alcaldía el mismo partido. Estos municipios son Montes de Oca, Paraíso, Nandayure y Siquirres. En los dos primeros casos una misma persona, pero no por el mismo partido, ha ganado la alcaldía en 2 y 3 ocasiones, respectivamente. También es notable que en cada uno de estos municipios al menos en una elección un partido local ha obtenido la alcaldía. Al igual que en las localidades que presentan hegemonía de un mismo partido, en este caso se observa una distribución de los cantones a lo largo de todo el país. En cuanto a las cifras de abstencionismo, los datos muestran una cifra menor (64,8%) respecto a los municipios con partidos hegemónicos y respecto al promedio nacional (65,9%).

En el caso de la provincia de San José (la capital) las pasadas elecciones de alcaldes presentan varios rasgos relevantes. Así, en dicha provincia, el PLN obtuvo un 40% de los municipios, lo cual contrasta con el 60,5% que obtuvo a nivel nacional. Asociado a este fenómeno, en San José, se observan resultados favorables para partidos políticos locales, los cuales obtuvieron un 20% de las alcaldías. En contraste, en el resto de los 61 municipios del país, los partidos locales solo obtuvieron una alcaldía más.

Este comportamiento particular observado en San José se ve reflejado en los resultados del cantón central. En dicho municipio, el ganador fue el excandidato a la presidencia, Johnny Araya Monge, quien había estado al mando de este cantón como representante del PLN entre 1998 y el 2013. Ante su derrota en la primera vuelta de la elección presidencial de 2014, y como consecuencia de su renuncia a su candidatura en la segunda vuelta, fue expulsado del PLN por 4 años. Por este motivo, participó en esta elección municipal como representante de una coalición de partidos a nivel local. Su victoria en estas elecciones y la consecuente derrota de un partido nacional (PLN), muestran la dinámica particular que, en varios cantones de San José, se tradujo en victorias de partidos no tradicionales.

En el resto de las provincias, los resultados reflejan un comportamiento similar a las tendencias observadas a nivel nacional. El PLN obtuvo una proporción relativamente más alta de alcaldías en las provincias de Alajuela y Cartago (73,3% y 75%, respectivamente). Por su parte, el PUSC y el PAC obtuvieron, cada uno, proporciones similares de alcaldías en cada provincia. Cabe mencionar que el PAC no logró obtener ninguna alcaldía en la provincia de Heredia y, por su parte, el PUSC no ganó en ningún municipio de Cartago.

Por otra parte, en virtud de que la composición de los concejos municipales ha estado caracterizada por el pluralismo partidario, se utiliza un indicador denominado composición del Gobierno local. Este indicador clasifica a los cantones de acuerdo con dos aspectos: la conformación partidaria de los concejos y la agrupación que controla la alcaldía. Las categorías del indicador son:

·         Gobierno unido: son los cantones en que un mismo partido ganó la alcaldía y, además, cuenta con la mayoría de los regidores en el concejo municipal (50+1).

·         Gobierno dividido con primera minoría: cantones sin mayoría de regidores de uno de los partidos en el concejo. No obstante, un mismo partido logra la alcaldía y, además, la primera minoría.

·         Gobierno dividido moderado: cantones que tienen el alcalde de un partido, pero la primera minoría de regidores pertenece a otro partido. En tal caso ningún partido tiene mayoría (50+1).

·         Gobierno altamente dividido: cantones que tienen alcalde de un partido y la mayoría de los regidores del concejo pertenece a otro partido.

·         Gobierno fragmentado: cantones en los que el alcalde pertenece a un partido y todos los partidos tienen igual número de regidores.

Con base en los resultados de las elecciones de 2016, se puede concluir que la conformación de los Gobiernos locales plantea un escenario político complicado para la gobernabilidad a nivel municipal. Solamente en 14 municipios del país (17,3%) hay Gobiernos locales en los que una misma agrupación controla la alcaldía y posee mayoría en el concejo municipal.

En este escenario el principal partido político se encuentra en una posición política favorable para sus intereses, pues en principio, el alcalde cuenta con el respaldo de los concejales de su propio partido para tomar las decisiones por mayoría en el concejo. En este grupo sobresalen Escazú y el cantón central de Limón, los únicos en esta condición que quedaron en manos de una agrupación local: la Yunta Progresista Escazuceña y el Auténtico Limonense. De los otros doce municipios que tienen gobiernos unidos, nueve son controlados por el PLN, dos por el PUSC y uno por el PAC. Cabe mencionar que prácticamente todos los casos en esta categoría están ubicados fuera del Valle Central y/o son cantones rurales.

En los otros 67 cantones los Gobiernos tienen distintos niveles de fragmentación: 61 están divididos con primera minoría, 4 divididos moderados y 2 fragmentados. En esta última categoría figuran Barva y Tarrazú, el primero ganado por el Frente Amplio y el segundo por el PUSC.

La alta fragmentación puede dificultar, de manera significativa, la gestión de los alcaldes y su agenda política (Mainwaring, 1993). Los alcaldes en gobiernos divididos están obligados a realizar mayores esfuerzos de negociación, transacción y apertura para alcanzar acuerdos. Si la apertura y negociación en estas municipalidades no prospera, existe la amenaza de serios problemas en la gestión de los asuntos locales, con alcaldes incapaces de ejecutar sus programas políticos por la obstrucción de la oposición en el concejo. Ahora bien, la existencia de gobiernos divididos no puede ser considerada como negativa para la democracia (Vargas, 2007). No obstante, la división partidaria y la necesidad de construir acuerdos también pueden generar dinámicas políticas más abiertas y transparentes, con un concejo de oposición pidiendo cuentas y vigilando más de cerca la labor del alcalde que en los casos en los que un mismo partido controla ambos órganos. Por un lado, la figura 1 presenta el control partidario de la alcaldía en los concejos municipales, mientras que la figura 2 presenta la composición de los concejos municipales por partido político.

 

Figura 1. Municipalidades según control partidario de la alcaldía y concejos municipales. Elecciones 2002, 2006, 2010 y 2016. Elaborado con datos del TSE.

 

 

Figura 2. Concejales municipales electos según partido político 1953-2016. Elaborado con base en datos del TSE.

La alta fragmentación de las instancias de representación municipal constituye uno de los principales desafíos para las autoridades locales y los partidos que compiten en esta escala. Al igual que sucede en los regímenes presidencialistas, el multipartidismo en el ámbito municipal constituye un contexto complejo para la gestión y la búsqueda de amplios acuerdos políticos que faciliten la labor de las autoridades (Mainwaring, 1993 y Urcuyo, 2003).

 

2.       Oferta partidaria sigue en aumento

La legislación electoral en Costa Rica permite que partidos nacionales, provinciales y municipales compitan por escaños a escala local. La inscripción de partidos la efectúa el Registro Electoral del Tribunal Supremo de Elecciones. Al respecto, la tendencia identificada en elecciones municipales anteriores, relacionada con el incremento en el número de partidos políticos que participan, se profundizó en 2016.  En los comicios analizados participaron un total de 59 partidos políticos, 12 más que en la elección del 2010. De esas 59 agrupaciones 43 corresponden a partidos municipales.

Con las elecciones municipales de 2016 se ratifica la tendencia creciente en la participación de partidos locales en las elecciones municipales, e incluso la consolidación de algunos de estos partidos. Estos partidos únicamente pueden postular candidatos a cargos municipales. De este modo, la vida política municipal se muestra cada vez más dinámica y variada, con una oferta electoral amplia que permite a los electores elegir más allá de los partidos a escala nacional o provincial que también inscriben sus candidaturas a nivel local.

El crecimiento de partidos cantonales es palpable. En las elecciones de 1998 solamente 7 partidos cantonales presentaron candidaturas. Ya para el 2002 hubo un incremento significativo, cuando participaron 22 partidos cantonales. Cuatro años después, participaron 21 partidos locales, y para el 2010 la oferta electoral se diversificó y alcanzó la cifra más alta de la historia en el país: 25 partidos cantonales. No obstante, en 2016 participaron de la contienda 43 agrupaciones cantonales como se observa en la figura 3.

La revisión de este fenómeno en un marco temporal más amplio demuestra que la participación de partidos cantonales se acentuó significativamente en la última década y se concentra mayoritariamente en la provincia de San José, lo cual concuerda con los resultados presentados en el apartado anterior en relación con la cantidad de alcaldes electos por esta provincia en representación de partidos locales.

Figura 3. Cantidad de partidos políticos que participaron en elecciones municipales. Elaborado con base en datos del TSE.

En la elección del 2002, los partidos locales eligieron 13 regidores. Para el 2006 esa cantidad aumentó a 20, en el 2010 fueron 30 y en la última elección la cifra volvió a incrementarse para alcanzar los 41 regidores elegidos por un partido cantonal. Los resultados también confirman que algunos de estos partidos se han consolidado, logrando representación municipal por más de una elección. La Yunta Progresista Escazuceña en Escazú, por ejemplo, mantiene regidores desde 1998 y ha logrado elegir al alcalde en cuatro ocasiones, tal y como se puede observar en la tabla 2.

El Partido Curridabat Siglo XXI es el partido hegemónico desde 1998, y desde el 2002 ha ganado la alcaldía. Incluso, como se mencionó anteriormente, en el 2010 se convierte en el único caso de gobierno unido bajo el control de un partido cantonal, lo cual le brinda mucho mayor margen de maniobra política para desarrollar su plan de trabajo en el cantón. En Santa Ana, el Partido Del Sol mantiene regidores desde la elección de 1998. Y en el caso del Partido Auténtico Labrador este ha logrado nombrar regidores durante las últimas tres elecciones municipales (tabla 2).

Otra dimensión interesante de analizar es la existencia de algunas comunidades (Desamparados y La Unión) en las que participan 5 y 2 agrupaciones cantonales. En cuanto a los partidos provinciales, sobresale la participación de 3 agrupaciones en la provincia de Cartago. Por otra parte, un total de 27 agrupaciones que estaban habilitadas para inscribir candidatos a los diferentes cargos municipales optaron por no presentar aspirantes.

En suma, el fenómeno de la participación de partidos cantonales en las elecciones municipales tiende a consolidarse como lo muestra la figura 4, y con las nuevas reglas electorales que garantizan recursos del financiamiento político para las elecciones municipales, es de esperar que estas agrupaciones puedan fortalecer sus estructuras partidarias y consolidar liderazgos en las comunidades. Sin embargo, las razones que dan cuenta de esta situación no están del todo claras y sus posibles explicaciones trascienden los objetivos de este documento. Esto debido a que no existen estudios en profundidad que puedan identificar patrones en común y divergencias en los diferentes municipios que han mostrado una participación constante de partidos políticos de esta índole. En este sentido, se reitera la necesidad de avanzar en una agenda de investigación orientada a explicar este fenómeno.


Figura 4. Partidos políticos cantonales que participan en las elecciones 1949-2016. Elaboración con base en datos del TSE.

 

 

 

 

 

 

 

Tabla 2

Cantidad de regidores electos pertenecientes a partidos políticos cantonales (2002-2016).

Partido político

2002

2006

2010

2016

Total

Yunta Progresista Escazuceña

3

2

2

4

11

Curridabat Siglo XXI

1

2

4

3

10

Del Sol

2

2

2

1

7

Garabito Ecológico

2

1

1

0

4

Acción Quepeña

2

2

1

0

5

Alajuelita Nueva

1

1

0

0

2

Auténtico Sarapiqueño

1

1

0

0

2

Auténtico Paraiseño

1

0

0

0

1

Auténtico Labrador

0

1

1

2

4

Unión Palmareña

0

2

2

0

4

Puente y Caminos de Mora

0

2

1

0

3

Independiente Belemita

0

1

1

0

2

Auténtico Oromontano

0

1

1

0

2

Siquirres Independiente

0

1

1

0

2

Goicoechea en Acción

0

1

1

0

2

Moravia Progresista

0

1

0

0

1

Pro Curri

0

1

0

0

1

Renovemos Alajuela

0

0

1

2

3

Liga Ramonense

0

0

1

1

2

Avance Santo Domingo 

0

0

1

1

2

Unión Abangareña 

0

0

2

0

2

Tarrazú Primero

0

0

1

0

1

Cívico de Tibás

0

0

1

0

1

Unión Ateniense

0

0

1

0

1

Popular de Alfaro Ruiz

0

0

1

0

1

Integración Barbareña 

0

0

1

0

1

Viva Buenos Aires 

0

0

1

0

1

Organización Social Activa 

0

0

1

0

1

Viva Puntarenas

0

0

0

3

3

Nueva Mayoría Griega

0

0

0

2

2

Somos Tibás

0

0

0

2

2

Rescate la Unión

0

0

0

2

2

Unión Guarqueño

0

0

0

2

2

Auténtico Siquirreño

0

0

0

2

2

Gente de Montes de Oca

0

0

0

2

2

Avance Montes de Oca

0

0

0

1

1

Renovación Cartago

0

0

0

1

1

Verde

0

0

0

1

1

Alianza por la Unión

0

0

0

1

1

Alianza por Belén

0

0

0

1

1

Todos por Flores

0

0

0

1

1

Parrita Independiente

0

0

0

1

1

Pueblo Garabito

0

0

0

1

1

Recuperando Valores

0

0

0

1

1

Ecológico Comunal Costarricense

0

0

0

1

1

Alianza por Palmares

0

0

0

1

1

Alianza por San José

0

0

0

1

1

Total

13

22

30

41

106

Nota: Elaborado con base en datos del TSE.

 

3.       A manera de conclusión

Los resultados de las elecciones municipales de 2016 constatan la consolidación del fraccionamiento del sistema de partidos a escala local que es consistente con lo que ocurre a nivel nacional. Por otra parte, esta fragmentación se ve acompañada de pequeños, pero continuos, incrementos de la concurrencia a las urnas de los costarricenses en el ámbito local en la última década. No obstante, la baja participación continúa concentrándose en comunidades urbanas y densamente pobladas incluyendo la ciudad capital, un signo preocupante de desconexión política entre lo nacional y lo local. Asimismo, los municipios de mayor concurrencia a las urnas se localizan fuera del Área Metropolitana y se caracterizan por ser rurales y de menor presencia estatal.

La evidencia recabada para este capítulo revela que la hegemonía del Partido Liberación Nacional en el ámbito municipal decreció en comparación con 2010, aunque su dominio sigue siendo incuestionable. Por su parte, el partido oficialista alcanzó en 2016 la misma cantidad de alcaldías que obtuvo en la contienda anterior (2010).

Por otro lado, un aspecto relevante en estas circunstancias es la consolidación de partidos locales, como Curridabat Siglo XXI y Yunta Progresista Escazuceña, que lograron prolongar su dominio en la alcaldía de sus localidades. Incluso el segundo de estos partidos obtuvo una cómoda mayoría en el concejo. El aumento de la oferta partidaria y la conformación pluripartidista de las instancias de representación municipal configuran un complejo escenario para la gobernabilidad local. Estas condiciones hacen de la negociación, la transacción, la construcción de coaliciones y la búsqueda de acuerdos necesidades apremiantes de cara a la posibilidad de materializar las iniciativas de los distintos actores.

 

 

 

 

 

 

Reseñas bibliográficas

Alfaro, R. (2006). Elecciones nacionales 2006 en Costa Rica y la recomposición del sistema de partidos políticos. Revista de Ciencia Política, 26(1), 125-137.

Jones, M. y Mainwaring, S. (2003). The nationalization of parties and party systems: an empirical measure and an application to the Americas. Party Politics. 9(2), 139-166.

Mainwaring, S. (1993). Presidentialism, Multipartism, and Democracy: The Difficult Combination. Comparative Political Studies 26(2), 198-228.

Urcuyo, C. (2003). Reforma Política y Gobernabilidad. San José, Costa Rica: Editorial Juricentro.

Vargas, J. (2007). Costa Rica: Fin de una era Política. Revista de Ciencia Política 27, 113-28.



* Costarricense, politólogo, correo ralfaro@estadonacion.or.cr. Investigador del Centro de Investigación y Estudios Políticos de la Universidad de Costa Rica y del Programa Estado de la Nación. Bachillerato y licenciatura en Ciencias Políticas, Universidad de Costa Rica. Máster en Métodos Cuantitativos en las Ciencias Sociales de la Universidad de Columbia en Nueva York, USA. Doctor en Ciencias Políticas de la Universidad de Pittsburgh, Pennsylvania, USA. Autor principal del estudio del Barómetro de las Américas para Costa Rica. Coordinador de la Unidad de Opinión Pública y Cultura Política del CIEP-UCR. Investigador del Programa Estado de la Nación. Profesor de la Escuela de Ciencias Políticas de la UCR. Sus áreas de trabajo son: política comparada, elecciones y sistemas electorales, partidos políticos; participación política, opinión pública y cultura política.

[1] Estas cifras de abstencionismo corresponden al promedio de las provincias para todas las elecciones entre 2002 y 2016.